En el humo, los abuelos gritaban con desesperación
Así describió una enfermera el trágico momento que vivieron ayer los internos del servicio de geriatría de Vida Sana.
http://www.lavoz.com.ar/noticias/sucesos/humo-abuelos-gritaban-con-desesperacionAsí describió una enfermera el trágico momento que vivieron ayer los internos del servicio de geriatría de Vida Sana.
Una vez más, la tragedia tuvo por escenario a un geriátrico de la ciudad de Córdoba. Ayer, un hombre de 65 años murió como consecuencia de un incendió que se desató en la habitación que compartía con otros dos pacientes internados en el servicio de geriatría de la Clínica Privada Vida Sana. En la avenida 11 de Septiembre 8460 (camino a 60 Cuadras, kilómetro 8 1/2), Villa Coronel Olmedo.
La víctima fatal, identificada como Eduardo Osorio, estaba hogarizado desde hacía menos de dos meses en el establecimiento. según los registros de la institución.
El accidentes también afectó a los compañeros de habitación del infortunado, quienes fueron derivados al Instituto del Quemado.
El director médico de este hospital, Carlos Simons, informó que uno de los ingresados, Belisario Albarracín (73), sufrió quemaduras en el 65 por ciento del cuerpo y lesiones en las vías respiratorias. Calificó como “gravísimo” el cuadro del paciente. Juan Miele (53), el otro afectado, presenta quemaduras en el 25 por ciento del cuerpo y daños en las vías respiratorias, precisó el profesional. También recibieron atención Mariana Ruesch y María Eugenia Montiel, enfermeras a cargo de la guardia, quienes inhalaron monóxido de carbono cuando ingresaron al dormitorio incendiado para salvar a las víctimas.
En la puerta del complejo, Ruesch y Montiel, las enfermeras que actuaron con decisión en el primer momento del incendio, relataron las peripecias que debieron realizar para rescatar de entre las llamas y el humo a los internados de la habitación incendiada.
Ruesch, quien trabaja en Vida Sana desde hace un año, dijo que pusieron en riesgo la vida para socorrer a los afectados “porque el humo impedía respirar... los abuelos gritaban con desesperación”, contó visiblemente conmocionada.
Cuando llegaron los bomberos, las llamas estaban prácticamente extinguidas y antes que la autobomba arribaron al lugar cinco patrulleros de la policía, coincidieron las enfermeras en sus testimonios.
Al amanecer. El fuego se inició alrededor de las 6.15 en una de las cinco habitaciones afectadas a la internación geriátrica, donde se alojan otros 13 pacientes. El complejo de salud (habilitado hace 20 años) combina la hogarización de adultos mayores con prácticas de rehabilitación para pacientes externos.
Las llamas, que consumieron dos colchones, ropa blanca y parte del mobiliario, fueron extinguidas por personal del centro, aseguró el jefe de Bomberos, Gustavo Folli Pedetta.
En el establecimiento funciona además un centro de rehabilitación argentino-cubano y un bufet de abogados que encabeza Gabriel Saleme, apoderado de la clínica donde se registró la desgracia. Este letrado responsabilizó por el incendio a Osorio, quien se encontraba internado desde hacía dos meses con problemas de salud mental que requerían de asistencia psiquiátrica y medicación específica.
El jefe de bomberos no descartó esa hipótesis, pero pidió esperar el resultado de las pericias judiciales. La investigación recayó en la fiscal de Instrucción Mercedes Balestrini.
Sin recursos. El paciente fallecido era careciente. Percibía una pensión graciable nacional de 700 pesos por mes y era afiliado al Programa Federal de Salud (Profe), que costeaba todos los gastos de la internación y el tratamiento (alrededor de 800 pesos mensuales), informó el apoderado.
Luciano Dinatale, funcionario de la Unidad de Gestión del Profe en Córdoba, aseguró que “Vida Sana es uno de los geriátricos que ofrece mejor infraestructura y calidad de servicio en la ciudad de Córdoba”, donde el programa nacional cuenta con unos ocho mil beneficiario, precisó. “Nosotros trabajamos sólo con centros categorizados y el del doctor (Gabriel) Saleme cumple con todos los requisitos que exige la Nación”, aseveró.
La víctima fatal, identificada como Eduardo Osorio, estaba hogarizado desde hacía menos de dos meses en el establecimiento. según los registros de la institución.
El accidentes también afectó a los compañeros de habitación del infortunado, quienes fueron derivados al Instituto del Quemado.
El director médico de este hospital, Carlos Simons, informó que uno de los ingresados, Belisario Albarracín (73), sufrió quemaduras en el 65 por ciento del cuerpo y lesiones en las vías respiratorias. Calificó como “gravísimo” el cuadro del paciente. Juan Miele (53), el otro afectado, presenta quemaduras en el 25 por ciento del cuerpo y daños en las vías respiratorias, precisó el profesional. También recibieron atención Mariana Ruesch y María Eugenia Montiel, enfermeras a cargo de la guardia, quienes inhalaron monóxido de carbono cuando ingresaron al dormitorio incendiado para salvar a las víctimas.
En la puerta del complejo, Ruesch y Montiel, las enfermeras que actuaron con decisión en el primer momento del incendio, relataron las peripecias que debieron realizar para rescatar de entre las llamas y el humo a los internados de la habitación incendiada.
Ruesch, quien trabaja en Vida Sana desde hace un año, dijo que pusieron en riesgo la vida para socorrer a los afectados “porque el humo impedía respirar... los abuelos gritaban con desesperación”, contó visiblemente conmocionada.
Cuando llegaron los bomberos, las llamas estaban prácticamente extinguidas y antes que la autobomba arribaron al lugar cinco patrulleros de la policía, coincidieron las enfermeras en sus testimonios.
Al amanecer. El fuego se inició alrededor de las 6.15 en una de las cinco habitaciones afectadas a la internación geriátrica, donde se alojan otros 13 pacientes. El complejo de salud (habilitado hace 20 años) combina la hogarización de adultos mayores con prácticas de rehabilitación para pacientes externos.
Las llamas, que consumieron dos colchones, ropa blanca y parte del mobiliario, fueron extinguidas por personal del centro, aseguró el jefe de Bomberos, Gustavo Folli Pedetta.
En el establecimiento funciona además un centro de rehabilitación argentino-cubano y un bufet de abogados que encabeza Gabriel Saleme, apoderado de la clínica donde se registró la desgracia. Este letrado responsabilizó por el incendio a Osorio, quien se encontraba internado desde hacía dos meses con problemas de salud mental que requerían de asistencia psiquiátrica y medicación específica.
El jefe de bomberos no descartó esa hipótesis, pero pidió esperar el resultado de las pericias judiciales. La investigación recayó en la fiscal de Instrucción Mercedes Balestrini.
Sin recursos. El paciente fallecido era careciente. Percibía una pensión graciable nacional de 700 pesos por mes y era afiliado al Programa Federal de Salud (Profe), que costeaba todos los gastos de la internación y el tratamiento (alrededor de 800 pesos mensuales), informó el apoderado.
Luciano Dinatale, funcionario de la Unidad de Gestión del Profe en Córdoba, aseguró que “Vida Sana es uno de los geriátricos que ofrece mejor infraestructura y calidad de servicio en la ciudad de Córdoba”, donde el programa nacional cuenta con unos ocho mil beneficiario, precisó. “Nosotros trabajamos sólo con centros categorizados y el del doctor (Gabriel) Saleme cumple con todos los requisitos que exige la Nación”, aseveró.
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