La enfermería constituye la columna vertebral del sistema de salud. Sin embargo, actualmente el sector atraviesa una de sus mayores crisis, marcada por un profundo déficit de personal, junto con tensiones sociales, políticas, culturales, económicas y laborales que incrementan el malestar de los profesionales de enfermería.
Esta situación no solo afecta al cuerpo de enfermeros, sino que también se traduce en un aumento de la morbilidad y mortalidad de la población argentina.
Entre los principales factores que agravan esta crisis se destacan:
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Desconocimiento del problema por parte de los gubernamentales : Existe un peligroso desconocimiento, por parte de los responsables de políticas públicas,privadas acerca de la magnitud y la trascendencia social del deterioro de la enfermería en Argentina.
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Violencia e insatisfacción laboral: Los espacios de trabajo se ven atravesados por situaciones de violencia, una alta insatisfacción laboral y una creciente intención de abandono de la profesión. Según datos recientes, 20.700 enfermeros han dejado el ejercicio profesional para desempeñarse en otras áreas.
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Falta de reconocimiento y condiciones laborales desfavorables: La labor de las/os enfermeras/os carece del debido reconocimiento social. La sobrecarga de trabajo, el deterioro del ambiente laboral y la ausencia de una adecuada categorización en las remuneraciones agravan aún más la situación.
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Precariedad y bajos salarios: Los salarios insuficientes, la falta de estabilidad contractual, la flexibilización laboral y la institucionalización de la precariedad contribuyen a la pauperización del ejercicio profesional.
Al mismo tiempo, el crecimiento demográfico y el envejecimiento de la población incrementan la demanda sobre el sistema de salud, generando insatisfacción entre los pacientes por la falta de respuesta adecuada. Esta combinación de factores pone en riesgo la salud de la comunidad y expone las fallas estructurales del sistema sanitario
Lic. Sandro Ortega
29 mayo de 2025
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