26 nov 2011

ITALIA, CIUDAD DEL VATICANO

mOTIVA A ENFERMERAS MEXICANAS SUFRIMIENTO JUAN PABLO II
sufrimiento del beato Juan Pablo II todavía motiva a un grupo de enfermeras mexicanas, cuya historia llegó hasta El Vaticano, tras el testimonio de María de Jesús Vílchez en una conferencia internacional.

Vílchez, originaria de ciudad Juárez, Chihuahua, participó aquí en un debate titulado "Trabajadores sanitarios en la escuela de Cristo Médico y del testimonio del beato Juan Pablo II", en un encuentro convocado por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud.

En entrevista con Notimex, Vílchez, quien es vicepresidenta para América del Comité Internacional Católico de los Enfermeros y Asistentes Médico-Sociales, aseguró que como profesional católica aún atesora las enseñanzas de Karol Wojtyla.

"Compartimos (en El Vaticano) nuestro testimonio con enfermeras practicantes, las vivencias que tuvimos con Juan Pablo II en sus visitas a México, a partir que él empezó a visitar el país, sus enseñanzas nos ayudaron mucho en el ámbito de salud", dijo.

Aseguró que el llamado "Papa peregrino" tuvo una conexión especial con su país, no sólo en los momentos de fiesta, sino también en el sufrimiento y a partir de ello los agentes de salud crecieron mucho con su experiencia.

"Formamos grupos exclusivos de enfermeras católicas en los hospitales públicos, incluso en el mismo Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con todo lo que conlleva eso porque es un lugar donde no es tan fácil evangelizar", apuntó.

Relató que el objetivo de su trabajo, siempre respetando todas las creencias y a todos los enfermos, es ayudar no sólo a su curación física, sino también espiritual.

Líder del Movimiento de Enfermeras de la Acción Católica ponderó que el recuerdo de Juan Pablo II ayuda a crecer en medio de un trabajo pesado y durante el cual resulta imposible involucrarse con el sufrimiento de las personas.

Según la enfermera, en la actualidad la juventud tiene ideas distintas al pasado y se olvida lo que significa el contacto con el paciente por buscar el mínimo esfuerzo, aunque reconoció que no en todos los casos.

"Nosotros como enfermeras católicas estamos trabajando ahora con estudiantes, para hacerles ver que no todo es lo económico o el estatus, sino que importa mucho el don que Dios nos ha dado", relató.

"Como enfermeras católicas nos motivamos, el Papa siempre trabajó hasta el fin de sus días, nosotros entonces no debemos sentarnos y decir que ya no podemos, eso nos ha ayudado para crecer y seguir adelante", apuntó.

NTX/ABA/SRA/

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