uertorriqueña narra la odisea que pasan familias con miembros minusválidos
POR: JOSE ACOSTA/EDLP |
12:01 am | 07/28/2012 | El Diario
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Evelyn Flecha junto a su hermano William Flecha, de 46 años, quien se encuentra en cama desde que tenía menos de un año.
Foto: Jose Acosta / EDLP
El Bronx -
Los creyentes que visitan la gruta de la iglesia de St. Lucy en el
barrio de Bronxwood en busca de agua milagrosa, ignoran que frente a
este lugar de fe reside un hombre que está vivo de milagro.
Se trata de William Flecha, de 46 años,
quien desde que una enfermera lo dejó caer en la bañera en el hospital
St. Mary, de Long Island, cuando él tenía nueve meses de nacido, quedó
paralítico, mudo, ciego y dependiente de un tubo para alimentarse.
Los médicos, según la familia, pronosticaron
que Flecha sólo viviría hasta los diez años, pero estos médicos no
contaban con que Flecha tenía un ángel de la guarda, su hermana Evelyn
Flecha, de 51 años, quien con un enorme espíritu de sacrificio siempre
ha velado por el cuidado de su hermano.
Flecha es divorciada, tiene una hija y cinco nietas.
"Algunos me preguntan que por qué no interno
a mi hermano en un hospicio, pero si yo lo hubiera hecho hace mucho que
él habría muerto", dijo.
Camino de espinas
William se
pasa el día en la cama de una habitación de la casa de su hermana, con
la asistencia permanente de enfermeras, y en la noche una cuidadora,
pagadas por el Medicaid.
Evelyn, quien se gana la vida como asistente
escolar atendiendo niños especiales, reveló que a través de los años
tuvo problemas para conseguir que su hermano tenga el cuidado que
necesita.
"Para cuidar a una persona enferma, hay que
tener corazón y voluntad, y me he encontrado con muchos enfermeros que
no hacen su trabajo, no saben siquiera cambiar un pañal, no le dan los
alimentos y se la pasan holgazaneando y hablando por celular", dijo
Evelyn.
Como tiene que trabajar para mantener la
casa, Evelyn ha tenido que instalar cámaras de vigilancia para estar al
tanto de lo que sucede con su hermano cuando ella no está.
En marzo, Evelyn consiguió a dos enfermeras
ideales, pero entonces sucedió lo inesperado. La agencia para la que
trabajaban, la Golden Apple Homecare, en Throgs Neck, El Bronx, dejó de
pagarles a sus empleados.
Quién cuida a los cuidadores
Entre los
afectados por la falta de pago de Golden Apple están los enfermeros
Reggie, quien no reveló su apellido, y Keicha Brockinton.
"Golden Apple me adeuda unos $6,000 de
salarios atrasados, y a algunas de las enfermeras les ha dado cheques
sin fondos", dijo Reggie.
Tanto Reggie como Brockinton, pese a la falta de pago, decidieron seguir sirviendo a Willie, preocupados por su bienestar.
Para solucionar el problema, Evelyn habló
con la agencia Foster Nurses Agency y le pidió que contratara a sus
enfermeras, y desde entonces éstas reciben su salario puntualmente.
Un problema sin atención
El año
pasado, algunos programas de cuidadoras a domicilio cerraron debido a
cambios en Medicaid, responsable de pagar a estos trabajadores.
La activista Bobbie Brooks dijo que la
ciudad debería cerrar a Golden Apple, "porque muchas enfermeras se
quejan por falta de pago, lo que representa un peligro para las personas
que ellas atienden".
Vicki Javier, de la oficina del concejal
James Vacca, reveló que su oficina ha recibido tres quejas contra Golden
Apple, "por falta de pago de salario y cheques sin fondo".
"Hemos enviado cartas a Golden Apple para que pague a sus trabajadores", dijo Javier.
El Departamento Estatal de Trabajo confirmó
que Golden Apple, con licencia de 2007, está bajo investigación de la
División de Horas y Salarios.
La contestadora en la oficina de Golden Apple no aceptaba mensajes.
Sin embargo, David Burke, ejecutivo de
Concept Home Care, empresa que opera Golden Apple, ha dicho a los medios
que está revisando las quejas y que está trabajando para resolver
"algunos problemas de solvencia de la agencia".
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