El Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado que la Consejería de Salud ha repartido entre los directores de unidades de Gestión Clínica de los centros sanitarios de Almería pertenecientes al Servicio Andaluz de Salud (SAS), alrededor de 900.000 de euros en concepto de incentivos y por tanto al margen de sus sueldos habituales. El sindicato ha destacado el Complejo Hospitalario Torrecárdenas con 300.000 euros; el Hospital La Inmaculada con 186.000 euros; el Distrito Almería con 180.000 euros; el Distrito Poniente con 150.000 euros y el Distrito Levante Alto Almanzora con 89.000 euros. Desde Satse han recordado que los 900.000 euros que han sido repartidos como incentivos entre los directores, no proceden de ningún presupuesto especial, ni adicional, sino de generar beneficio económico en la gestión de cada unidad clínica, y que a día de hoy están utilizando dos formulas para generar dicho beneficio. Una, no sustituyendo ni contratando lo necesario, y la otra es recortando en servicios y recursos materiales que han de estar al servicio del paciente. Todo esto ocurre, según Satse, "mientras miles de personas no llegan a final de mes, la tasa de paro sigue creciendo, se cierran camas, no se contrata al personal de enfermería necesario poniendo en riesgo la seguridad del paciente, se bajan los sueldos a los trabajadores en su nomina habitual y se elimina la paga extra de diciembre, se está cuestionando la sostenibilidad del sistema sanitario y un largo etcétera".
El Hospital Torrecáredenas de la capital almeriense.
Increíble y demagógica noticia. En Andalucía gobierna una coalición de izquierdas progresista que defiende la sanidad pública y pretende mejorarla desde dentro introduciendo la gestión clínica y algunos sindicatos se empeñan en seguir defendiendo una política de cafe para todos igual, y atacar cualquir innovación que represente racionalización de los recursos y mayor eficiencia del sistema público en un entorno de crisis económica gravisima que vive España. Menuda defensa de un sistema de salud que apuesta por lo público. Luego se quejaran de que lo privatizen cuando se lo están ganando a pulso. Esos incentivos repartidos entre los cientos de directores de unidades de gestión clínica que son trabajadores clínicos a pie de obra y no altos directivos son normales y nada exagerados y además se generan con el ahorro de eliminar y mejorar ineficiencias que hay muchas en sanidad.
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