4 sept 2012

Enfermeros: historias clínicas no aportan pruebas sobre homicidios


PABLO MELÉNDREZ

Tras analizar las historias clínicas de los 15 homicidios de pacientes que confesaron los enfermeros Marcelo Pereira y Ariel Acevedo, la junta de peritos forenses concluyó que solo en una de ellas hay indicios de que haya sido un asesinato.

"Sí señor, les aplicaba (medicamentos a los pacientes) no indicados por los médicos", admitió Pereira, quien trabajaba en la Unidad de Cuidados Coronarios (UCC) del Hospital Maciel y en la Unidad Neuroquirúrgica de la Asociación Española, cuando fue interrogado a fines de 2011 por investigadores de la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol.

Acevedo, por su parte, que trabajaba solamente en la Asociación Española, confesó que mataba pacientes que se encontraban en estado delicado para que "ellos y sus familiares dejen de sufrir".

En base a las confesiones judiciales y policiales de ambos, el juez Rolando Vomero procesó con prisión a los enfermeros el pasado 17 de marzo acusándolos de haber terminado con la vida de 15 pacientes.

Sin embargo, una junta médica integrada por tres forenses, luego de analizar las historias clínicas de las personas cuyos homicidios asumieron Pereira y Acevedo, concluyó que solamente hay elementos que permiten concluir que en uno de los casos el fallecimiento fue provocado, según dijeron a El País fuentes vinculadas a la investigación.

Se trata de la muerte de Santa Gladys Lemos, de 74 años, que se encontraba internada en la UCC del Hospital Maciel y a quien Pereira dijo que asesinó suministrándole morfina. Ese potente analgésico no se halló en el cuerpo de Lemos, sino que la autopsia detectó la presencia de lidocaína (un anestésico) que no le había sido recetado a la mujer que murió por un paro respiratorio.

Los forenses concluyeron que el fallecimiento de Lemos pudo ser provocado por la aplicación indebida de lidocaína. La mujer murió el 12 de marzo y su caso fue el detonante para la investigación que derivó en los procesamientos con prisión de los enfermeros.

Pero en los otros 14 casos imputados a Pereira y Acevedo, los forenses -que solamente analizaron las historias clínicas pero no realizaron autopsias ni exhumaron cuerpos- no encontraron evidencia que permita concluir que los pacientes hayan sido asesinados.

Las fuentes dijeron que "en principio" las muertes de los restantes 14 pacientes eran "totalmente esperables" ya que se encontraban en una situación muy delicada e, incluso, algunos de ellos en agonía.

"Del análisis de las historias clínicas no surge que a estos 14 pacientes los hayan matado. Es más: uno de ellos, que estaba muy grave, falleció mientras un médico le practicaba una maniobra para reanimarlo", dijo una de las fuentes.

Los forenses Hugo Rodríguez, Domingo Perona y Domingo Mederos se reunieron la semana pasada para definir los detalles del informe que en los próximos días presentarán a la jueza Dolores Sánchez, quien tiene a su cargo el expediente desde que el magistrado Rolando Vomero ascendió al cargo de ministro del Tribunal de Apelaciones Penal de 1° Turno.

Por otro lado, los peritos deben analizar cerca de 200 historias clínicas de pacientes que fallecieron en los últimos años en el Hospital Maciel y la Asociación Española dado que ahora surgen dudas sobre las circunstancias que motivaron sus muertes. Incluso, el propio Ministerio de Salud Pública presentó una denuncia penal por los casos de seis pacientes.

COMENTARIOS. Tanto entre funcionarios del Hospital Maciel como de la Asociación Española el comentario de que los enfermeros Pereira y Acevedo mataban pacientes circulaba desde hace años.

"Esto comenzó con un comentario que corrió entre el personal de enfermería y también el personal médico, porque se dieron determinadas muertes que generaron dudas", dijo la licenciada en enfermería que denunció la muerte de la paciente Santa Gladys Lemos. La funcionaria tomó una muestra de sangre al cadáver de la mujer y lo hizo llegar a un investigador policial.

Otra enfermera que declaró como testigo dijo que en el Hospital Maciel la presencia de Pereira era "un denominador común" en los fallecimientos de pacientes y por eso "hay rumores de que ejerce un poder sobre los pacientes y que les administra algún tipo de medicación no indicada".

"El fin no era matar a nadie sino sedarlos, anestesiarlos. Yo no ando por la calle matando gente. Mi intención no era matar a nadie sino que (los pacientes) no estuvieran agonizando 15 días y que tuvieran una muerte digna".

Confesión de Marcelo Pereira

"Podía ser que en un mes no hiciera nada y que en otro actuara dos o tres veces (...) Es para que ellos (los pacientes) y sus familiares dejen de sufrir (...) Si te digo 100 (pacientes que murieron intencionalmente por su accionar) te miento y si te digo uno te miento".

Confesión de Ariel Acevedo

Colonia: esperan por la respuesta del ITF

La jueza de Colonia, Virgina Ginares, espera que el Instituto Técnico Forense (ITF) le envíe una pericia sobre la muerte de cinco pacientes del hospital de ese departamento para definir la presunta responsabilidad de una médica y una enfermera que están siendo indagadas desde fines del mes de abril.

La investigación, iniciada tras una denuncia que presentó la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), apunta a determinar si las profesionales causaron la muerte de los pacientes a través de la aplicación indebida de morfina.

El abogado Martín Falero, defensor de la médica indagada, dijo a El País que la investigación está paralizada a la espera que desde Montevideo el ITF le envíe a la jueza Ginares el expediente con las pericias técnicas pedidas por la magistrada. "Calculo que en los próximos días el informe estará en el juzgado, porque hace más de dos meses que todo el expediente se encuentra en el ITF", indicó Falero.

A fines de julio, la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República envió un informe a la magistrada en el que indicó que la médica y la enfermera del hospital de Colonia actuaron en forma correcta y descartó que los cinco pacientes hayan sido asesinados por las profesionales.

Tras estudiar las historias clínicas, los expertos concluyeron que las dosis de morfina aplicadas en cada caso fueron las habituales, por lo que la utilización de esa droga no pudo haber causado los fallecimientos de los pacientes.

En abril, la médica y la enfermera llegaron a estar detenidas, pero la jueza Beatriz Larrieu, que entonces tenía a su cargo el caso, las liberó por falta de pruebas.

El País Digital

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