Pablo ÁLVAREZ Es la enfermera de moda. La número 1 entre los 7.080 aspirantes que se presentaron a un concurso-oposición cuyo resultado definitivo se conoció ayer mismo, 16 meses después de la realización del examen. Carmen Rosa Junquera Velasco, gijonesa de 50 años, ha logrado una plaza fija después de 25 años de ejercicio, siempre interina y casi siempre en el Hospital de Cabueñes. Hace años también había conseguido aprobar un proceso selectivo, pero entonces "ser solidaria me hundió". ¿Motivo? No pudo elegir plaza porque sufrió un atropello cuando auxiliaba a otro accidentado en la autopista Y. "Estuve tres años estuvo de baja".
Ahora, todo aquello es historia. No obstante, la satisfacción no es plena. "Estoy contenta, claro, pero con un sabor agridulce", señala. Y es que los 18 candidatos que han obtenido una plaza de promoción interna podrán elegir destino antes que ella, a pesar de haber obtenido una puntuación inferior. "Las normas son así y no tengo nada que objetar", apunta. Eso sí, mucho se teme que no tendrá acceso a un puesto de trabajo en atención primaria, que es lo que deseaba. "Siempre fui muy de hospital, pero llevo tiempo sopesando esta opción porque primaria también me gusta mucho".
Al concurso-oposición de enfermeros se habían inscrito 10.911 candidatos, buena parte de ellos provenientes de fuera de Asturias. Finalmente, al examen celebrado el 26 de octubre de 2013 se presentaron lo ya citados 7.080, que se disputaban 472 plazas del Servicio de Salud del Principado (Sespa).
La incertidumbre de Carmen Rosa Junquera no se agota en el dilema centro de salud versus hospital. Hace unos meses aprobó un concurso-oposición convocado por el ERA, organismo del Principado que gestiona las residencias y centros de personas mayores. Sacó el número 5, pero los opositores aprobados aún no han elegido plaza. "En este momento, no sé si cogeré plaza en el ERA o en el Sespa; tengo que madurarlo a fondo", indica.
Haga lo que haga, está fuera de duda es que sus éxitos recientes no han sido fruto de la casualidad. "Yo ya estaba estudiando desde tres años y medio antes de la oposición, cuando la mayor parte de la gente no había ni empezado", explica la enfermera gijonesa. "Es evidente que a los cuarenta y pico años no tienes el cerebro como a los treinta", agrega.
Tópicos aparte, la biografía de Carmen Rosa Junquera Velasco está maracada por el afán de superación. Comenzó con estudios de Formación Profesional (auxiliar de clínica, técnico de laboratorio...). Más tarde, hizo la diplomatura en enfermería, que concluyó en 1990, con 25 años. En Cabueñes ha trabajado principalmente en la unidad de vigilancia intensiva y en pediatría. Y luego, inició la faceta de investigación, docencia y publicaciones. Es autora de varios libros sobre su profesión, entre ellos "el primer libro sobre ayuda a domicilio publicado en España".
"Han sido muchos años de trabajo en la sombra, incluyendo clases en el hospital, en academias, en sindicatos... También he dado clases de forma altruista en asociaciones, y he sido tutora de proyectos de investigación". Siempre con el ánimo de no quedarse atrás, en 2013 obtuvo el grado de enfermería. "Creo que no voy a estudiar más", concluye, medio en serio, medio en broma.
Carmen Rosa Junquera no quiere que sus minutos de fama transcurran sin transmitir algunos mensajes. El primero, la gratitud "a mi marido y a mi familia, que son maravillosos y han sido una pieza clave en todo lo que he conseguido". El segundo, una reivindicación de "la dignidad y los derechos de la profesión de enfermero, que merece este tipo de esfuerzos y muchos más, y no se agota cuando sacas una plaza". Y el tercero, un recuerdo a todos aquellos compañeros "a los que conozco personalmente y que, pese a su esfuerzo, no pudieron aprobar la oposición por causas ajenas a ellos aun siendo unos profesionales excelentes".
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