ÁNGEL M. GREGORIS.- Llamadas, peticiones y dudas son algunas de las principales interrupciones que sufren las enfermeras diariamente durante su jornada laboral. Descubrir quiénes son los culpables, qué consecuencias traen de cara a los pacientes y cómo se podrían solucionar fueron los objetivos de la investigación que se ha llevado a cabo entre el Hospital de León, de Ceuta, Vall d'Hebron (Barcelona) y Son Espases (Palma de Mallorca).
Capitaneados por Alberto González (León), el grupo de enfermeros quiso demostrar cómo afectaban estas interrupciones a los profesionales y también a los enfermos. Tras analizar los resultados, concluyeron que la supervisora y el médico son los causantes de la mayoría de las interrupciones a las enfermeras. "Curiosamente, el paciente no aparece en ningún turno como principal interruptor, sino todo lo contrario, lo que nos da pistas para sacar muchas conclusiones y propuestas de cambio organizativo", afirma González.
El enfermero explica que "las interrupciones son siempre para buscar información que ya se encuentra registrada en los diversos sistemas que utilizamos y que salvo un pequeño porcentaje no se justifican por razón de urgencia". Asimismo, resalta que se han llegado a detectar picos superiores a nueve interrupciones por hora y que estas "suponen al final de la jornada una sobrecarga cognitiva, además de un aumento muy importante del riesgo para la seguridad del paciente, ya que se ha detectado un incremento en la tasa de errores cuando la enfermera trata de recuperar la actividad previa a la interrupción".
González constata que la mayor parte de las interrupciones se producen durante la fase de preparación de fármacos y durante la fase del registro de cuidados y actividad enfermera.
Además de estudiar las conclusiones, el equipo de investigadores propone una serie de recomendaciones para evitar estos inconvenientes como establecer zonas exentas de ruidos e interrupciones o establecer paneles derivados de la metodología Lean para canalizar la demanda de información. "Estos paneles servirían para filtrar la prioridad y el tiempo para su realización sin tener que acudir a la enfermera e interrumpirla", apunta el investigador.
Por último, González considera "fundamental el papel del mando intermedio de la enfermería, ya que deben ser garantes de la eficiencia de sus plantillas y, por lo tanto, garante de que la aplicación del cuidado enfermero con el mínimo riesgo para la seguridad del paciente".
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