La Organización de Enfermeras y Parteras de Irlanda (INMO), anunció este viernes que iniciarán una huelga el próximo miércoles 30 de enero, en protesta a la administración en salud del presidente irlandés Michael D. Higgins.
Las profesionales de salud del país señalaron que, en el caso de no recibir respuestas a sus demandas, continuarán con las protestas, paralizando también sus funciones los días martes 5, jueves 7, martes 12, miércoles 13 y jueves 14 de febrero.
Entre sus principales demandas están "la dotación de personal permanente en el servicio de salud público, y el pago de salarios que dignifiquen la labor de las enfermeras y parteras", afirmaron en un comunicado.
En Irlanda, entre 2008 y 2018, el número de profesionales en ambas áreas se redujo en un seis por ciento; es decir casi dos mil parteras y enfermeras menos en 10 años, pese al constante crecimiento de la población irlandesa.
"Entramos en estas profesiones porque cuidamos a nuestros pacientes e iremos a la huelga por la misma razón. Los pacientes de Irlanda merecen algo mejor que este servicio de salud con poco personal", dijo la presidenta de INMO, Martina Harkin-Kelly.
Asimismo, la secretaria general de INMO, Phil Ní Sheaghdha, expresó que "Ir a la huelga es lo último que una enfermera o partera quiere hacer. Pero la crisis en el reclutamiento y la retención nos ha impedido hacer nuestro trabajo correctamente. No podemos brindarles a los pacientes la atención que merecen en estas condiciones".
Por su parte, voceros del Gobierno de Higgins, de corte neoliberal, ha señalado que la huelga no está justificada y que podría evitarse. "Según una revisión de gastos encargada por el Departamento de Gasto Público y Reforma, en 2018 el 83 por ciento de las enfermeras y parteras ganaba más de 40.000 euros como salario base", dijeron para desacreditar el movimiento.
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