Hoy despedimos con dolor a una gran mujer, colega y compañera de lucha: Patricia Heredia.
Una militante incansable de la justicia social, una voz firme y presente en cada marcha, en cada plenario, en cada debate donde se alzaba la bandera de la dignidad de la enfermería.
Patricia no sólo defendía derechos: también los encarnaba. Su andar era ejemplo, y su compromiso una guía para quienes soñamos con una profesión más justa, más valorada, más humana.
Supo estar siempre del lado de quienes más lo necesitaban, sin miedo, con verdad, aún cuando las injusticias también la alcanzaban a ella.
Hoy su partida nos duele profundamente, pero su legado nos llama a seguir.
Porque lo que sembró en la lucha colectiva de la enfermería no muere: florece en cada paso que damos hacia una profesión digna, libre y reconocida.
Gracias, Patricia.
Por tu entrega, por tu presencia, por tu lucha.
Hasta siempre, compañera.
Tus Colegas Compañeros
Lic. Sandro Ortega
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