Esther Murillo, especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria, aludió a las actuaciones que se pueden llevar a cabo para detectar a estas personas, valorar su grado de dependencia, tipo de adicción (física, social, gestual) y predisposición a abandonar el hábito, así como escoger el método más adecuado para cada una de ellas y el apoyo farmacológico existente.
Murillo insistió en la necesidad de considerar el tabaco como un problema de salud pública, que causa cada año 50.000 muertes en España.
Asimismo, repasó las actuaciones que se han realizado en el último año (congresos y jornadas, intervenciones, etc.) y se refirió a una línea estratégica basada en formar en materia de tabaquismo a los profesionales sanitarios, además de analizar los efectos que ha tenido la entrada en vigor de la Ley Antitabaco en enero de 2006.
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